Galletas de almendra





¿Os habéis entretenido alguna vez a mirar el cielo, una noche de verano, buscando estrellas ?

Primero parece que no haya ninguna y una vez has descubierto una, enseguida van apareciendo una aquí, otra más allá... ¡No nos habíamos dado cuenta y el cielo estaba lleno!


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Pues con estas galletas nos pasará al revés: tenemos una bandeja a rebosar, contemplamos nuestra obra de arte, notamos su aroma... Nos decidimos a probar una y... ¡ en un abrir y cerrar de ojos vemos que se han volatilizado! ¿Misterio? ¡ No! ¡Sencillamente, que son irresistibles!




Otra pregunta. ¿Habéis encontrado alguna vez un trébol de cuatro hojas, de los que dicen que traen buena suerte? Yo he encontrado uno. Miradlo, ¡es precioso!


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Bueno, más que encontrarlo ... ¡diré que lo he hecho! Y sólo hacerlo y ofrecerlo a mis hijos para merendar o para desayunar y ver con qué felicidad se lo comen, ¡ya me llena de alegría!  ¡No necesito que me de más suerte! ¡Mi corazón late de alegría! ¿Para qué cocinamos sino para hacer felices a los demás?


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Probad de hacerlas. ¡Veréis con qué rapidez el plato queda vacío y no dejan ni las migajas!

Ved qué fáciles son de hacer estas galletas:

Encendemos el horno a 200º.

Dejamos la mantequilla un rato fuera de la nevera para que se ablande. Trituramos las almendras. Si no tenemos ningún otro aparato, podemos hacerlo con el molinillo de café. Y si no tenemos azúcar glas, ponemos azúcar normal y lo trituramos también con el molinillo de café (pero bien limpio, para que el azúcar no nos coja gusto ni color). Rallamos la piel del limón.

En un bol ponemos, con este orden, todos los ingredientes: la mantequilla blanda, la harina, el azúcar, las almendras trituradas y las raspaduras de limón.
Ahora no tengamos manías y trabajemos con las manos hasta obtener una masa compacta, y hacemos una bola.

Enharinamos la superficie donde vamos a trabajar, y con el rodillo vamos estirando esta bola hasta obtener un grosor de 1 / 2 centímetro aproximadamente.

Con el cortapastas que más nos guste presionamos sobre sobre la masa y vamos cortando las galletas. Si no tenéis moldes, no os preocupéis porque podéis utilizar una copa o un vaso pequeño. No dejaremos ahora de hacer las galletas por culpa del molde, ¿verdad?




A medida que vayamos recortando las galletas las vamos poniendo en la bandeja, sobre una hoja de papel de horno.

¡Venga, que ya acabamos! 10 minutos de horno y ya las podremos sacar. Las dejamos enfriar unos minutos y, ¡hala, a merendar se ha dicho!

¿Que las queremos más elegantes? Esparcimos por encima un poco de azúcar glas (esto si no se las han comidas antes).


Ingredientes:

125 g de mantequilla
150 g de harina
50 g de azúcar glas
100 g de almendras tostadas y sin piel
la piel de un limón





Minipizzas y cocas de escalivada





Hoy he decidido que para cenar no quería complicarme la vida. Solución práctica: ¡una pizza! Pero no penséis que soy de las que encargan una pizza por teléfono, no. La pizza la hago yo. Y ahora veréis no sólo que no cuesta nada hacer, sino que es tan buena que no tiene ni punto de comparación con las compradas.

Primero de todo nos tenemos que organizar. Ingredientes: ¿qué necesitamos? ¿Lo tenemos todo? ¿Sí? Pues manos a la obra. ¿No? ¡Ya haremos la pizza mañana!

Mientras hacía la comida he aprovechado para asar un pimiento y una berenjena. Y mientras lavaba los platos, he puesto todos los ingredientes en el robot de cocina para que fuera haciendo la masa. Una vez hecha, la he tapado con un paño de algodón y la he dejado reposar unas horas.

Se acerca la hora de cenar. Enciendo el horno a 225º. Pongo la bandeja dentro del horno porque debe estar bien caliente en el momento de poner las pizzas.

Ahora pensemos en los gustos de la familia. Dos quieren pizza con queso, dos más la prefieren sin queso, y el quinto dice que nada de nada, que él quiere una barrita de pan.

Tomo aproximadamente 2/3 partes de la masa y hago 8 bolas de tamaño más o menos similar. De la parte restante hago una especie de barrita. Cojo las ocho bolas y las estiro con el rodillo.

Minipizzas de queso.





Coloco 4 pizzas sobre papel vegetal. Encima pongo un poco de salsa de tomate, trozos de jamón dulce, una pizca de orégano y dos rodajas de mozzarela fresca.

Las pongo sobre la bandeja que ya tengo caliente en el horno, ¡con cuidado de no quemarme! Con 12 minutos es suficiente. Pasado este tiempo, las saco y las emplato.

Mientras se cuecen las pizzas de queso, preparo las otras. En realidad no es una pizza, es una coca de recapte de las que se hacen en Lleida, pero de tamaño individual. En casa le llamamos coca de escalivada.

Coca de escalivada.





Cojo el pimiento y la berenjena que he asado a mediodía y los corto a tiras. Y coloco alternativamente estas tiras sobre la masa. Después pongo sal y un chorrito de aceite de oliva. A continuación, las horneo durante 12 minutos también. Una vez hechas, las emplato.

Mientras se hacen las cocas, acabo la barrita de pan, haciéndole unos cortes para que parezca más una barra de pan.

Barrita de pan.





La horneo durante 15 minutos. Pero atención: para hacer pan en el horno tiene que haber humedad. ¿Cómo lo consigo? Pongo al lado de la barrita un recipiente con agua que al calentarse hará vapor de agua.

¡No os podéis ni imaginar lo bien que hemos cenado hoy! Las minipizzas y la coca estaban buenísimas y la barrita de pan ... blanda y deliciosa! (Bueno, eso me ha dicho Oriol, porque yo no la he probado!)

Ahora os pongo los ingredientes para que, si alguien se anima, vea que sin mucho trabajo se puede comer bien y de forma sana.


Ingredientes:

Para hacer la masa:
320 cc de agua
10 gr. de sal
50 cc de aceite de oliva virgen extra
500 gr. de harina de fuerza
15 gr. de levadura fresca

Para hacer las minipizzas de queso:
4 cucharadas de salsa de tomate (a ser posible hecha en casa. Sino, una buena. Yo utilizo "Tomate frito Mata", que no tiene ni conservantes ni colorantes).
150 gr. de jamón dulce
125 gr. de mozzarela fresca
una pizca de orégano

Para hacer las tortas de escalivada:
1 pimiento
1 berenjena
sal
aceite de oliva virgen extra


NOTA: acostumbramos a poner encima de la coca de escalivada, unos filetes de anchoa. ¡El contraste de sabores es espectacular!