Arroz con salsa de gambas




Teniendo curiosidad por ver qué tipo de devotos venían a adorarla, la bonita Laksmi decidió salir del Templo de Puri,  y pasear de incógnito por las calles de Orissa. Desgraciadamente ese día sólo acudió una mujer y, al percatarse que era una intocable, sintió una gran decepción. Sin embargo, complacida por la devoción que mostraba la pobre mujer, decidió ir a su casa y darle sus bendiciones.

Al dios Jagannath, su marido, no le gustó nada esta visita y cuando ella volvió al templo, él -incitado en buena medida por su hermano Balabhadra- le mostró su disgusto por haber estado en contacto con gente de casta tan baja, al tiempo que la expulsaba del templo para siempre.

Laksmi, dolida por el comportamiento de los hermanos, los maldijo a ser privados de alimentos hasta que alguien voluntariamente se los ofreciera. Como era la diosa del arroz, hizo que empezara a escasear este cereal y los hermanos, hambrientos, tuvieron que recorrer el mundo pidiendo en vano alimento a la gente.

Un día llamaron a la puerta de una intocable, que no era otra que la misma Laksmi. Ella les dio alimento y después, al ver su arrepentimiento, les reveló su identidad. Los perdonó e hizo que volviera al templo la fortuna de otros tiempos. Y Jagannath le prometió que la dejaría moverse libremente entre sus devotos, sin barreras de castas.




Los campesinos hindúes aún hoy agradecen a la diosa sus cosechas con unas fiestas en las que decoran muy alegremente sus casas, y marcan en el suelo huellas hechas con arroz, simbolizando las que ha dejado la diosa Laksmi al venir a visitar sus hogares.

Si os ha gustado este Arroz con salsa de gambas, os animo a hacerlo, porque tiene un gusto muy fino. Para la receta necesitamos fumet de pescado y de marisco. Quien no se quiera complicar la vida los puede comprar ya hechos, pero aquí siempre os recomendamos prepararlos en casa.

Es muy fácil y económico: cuando compramos merluza, o rape, y los queramos sin espinas, no las tiraremos, sino que las utilizaremos para preparar el caldo y guardarlo en botes congelador. Así, cuando lo necesitemos, ya lo tendremos a punto.

Para hacerlo, hervimos durante 1/2 hora espinas y cabezas de merluza o rape, una cebolla, 2 ajos y una hoja de laurel. También podemos añadir el agua que sueltan los mejillones cuando los abrimos al vapor.

Para el caldo de marisco hay que seguir el mismo procedimiento: pelamos las gambas, ponemos dentro de un cazo las cabezas y las pieles con 1/2 litro de agua, y lo hacemos hervir unos 20 minutos. Le ponemos sal  y lo colamos.

Ponemos al fuego el caldo de pescado y el vino y, cuando hiervan, añadimos el arroz y lo cocemos a fuego suave durante 15 minutos, o hasta que esté al dente. Salamos.

Mientras tanto, preparamos la salsa. Ponemos en un cazo la mantequilla y, cuando se haya fundido, añadimos la harina. La dejamos cocer dos minutos sin parar de remover y vertemos la leche caliente. Batimos con energía para ligarla bien, y a continuación añadimos el caldo de marisco.

Dejamos que se cueza durante 15 minutos, removiendo constantemente. Añadimos el coñac y las gambas peladas y las dejamos 2 minutos como máximo. Salpimentamos la salsa al gusto.




Con la ayuda de dos aros de cocina hacemos una corona de arroz y llenamos el agujero central con la salsa y las gambas. Decoramos con unas flores.


Ingredientes (para 4 personas):
 
1/2 kg gambitas
400 g arroz
1200 ml caldo de pescado
50 ml vino blanco
sal marina

Para la salsa:
30 g mantequilla
40 g harina
200 ml leche
350 ml caldo de marisco
1 cucharada de coñac Torres 10
sal marina
pimienta negra recién molida




Con este Arroz con salsa de gambas participo en la propuesta que hacen  Els fogons de la Bordeta   y Xocolata desfeta    para   La recepta del 15    y que este mes está dedicada al arroz.



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