En aquella ciudad a la que llamamos Ceuta, y que se encuentra en la confluencia de los dos mares, está la roca donde se detuvo Moisés para comerse un lenguado que Josué había cocido a la brasa.
Pero he aquí que -según explicaron los aldeanos Abu Hamid al-Gharnati- el Profeta tuvo que salir a toda prisa a atender cuestiones que reclamaban su atención y sólo tuvo tiempo de comerse la mitad del pescado.
Afortunadamente Dios lo vio e hizo revivir la otra mitad. Así, el lenguado pudo volver al mar y seguir nadando, mostrando sus descendientes aún hoy en día aquellos rasgos tan característicos que ya llamaron la atención del viajero granadino.
En su obra, donde aparecen hechos maravillosos y cosas singulares vistas en sus viajes alrededor del mundo, nos cuenta que una mitad tiene escamas, espinas y una piel muy fina, y medio cabeza con un solo ojo, que hace angustia sólo mirar -el porque es como si estuviera muerto, o como si se lo hubieran comido.
Sin embargo, en el Mar Rojo se le conoce como el pez de Moisés, y la gente lo tiene por buen agüero y lo regala a personas respetables.
Pero he aquí que -según explicaron los aldeanos Abu Hamid al-Gharnati- el Profeta tuvo que salir a toda prisa a atender cuestiones que reclamaban su atención y sólo tuvo tiempo de comerse la mitad del pescado.
Afortunadamente Dios lo vio e hizo revivir la otra mitad. Así, el lenguado pudo volver al mar y seguir nadando, mostrando sus descendientes aún hoy en día aquellos rasgos tan característicos que ya llamaron la atención del viajero granadino.
En su obra, donde aparecen hechos maravillosos y cosas singulares vistas en sus viajes alrededor del mundo, nos cuenta que una mitad tiene escamas, espinas y una piel muy fina, y medio cabeza con un solo ojo, que hace angustia sólo mirar -el porque es como si estuviera muerto, o como si se lo hubieran comido.
Sin embargo, en el Mar Rojo se le conoce como el pez de Moisés, y la gente lo tiene por buen agüero y lo regala a personas respetables.
Es posible que vosotros seáis como Abu Hamid al-Gharnati y no encuentréis nada atractivo el lenguado, y también puede que no encontréis ni una pizca de belleza en estas gambas de Palamós. Pero la combinación de ambos puede convertir un plato en una comida extraordinaria.
Si os han gustado estos Lenguados al Pernod con gambas y os gustaría prepararlos, sbasta con seguir estas indicaciones:
- Pelamos las gambas dejando sólo las colas. Las envolvemos con un filete de lenguado y lo sujetamos con un palillo.
- Los ponemos en una bandeja de horno, condimentamos con sal y pimienta, y vertemos el vino y el caldo. Tapamos con papel de aluminio y lo ponemos en el horno caliente durante 10 minutos. A continuación, los ponemos en un plato y los mantenemos calientes.
- En un cazo, freímos las cabezas y las pieles de las gambas con unas gotas de aceite. Añadimos el caldo de la bandeja del horno, dejamos reducir y lo pasamos por el chino.
- Ponemos la mantequilla en un cazo y la harina, y la dejamos cocer un par de minutos. Vertemos el caldo, removemos y dejamos espesar. Añadimos la yema de huevo, removemos, esperamos que haga chup-chup, y vertemos primero el Pernod, y un minuto después la crema de leche.
- Hacemos una cama de salsa en el plato, encima ponemos los lenguados y los bañamos con más salsa, sin cubrirlos completamente.
Si os han gustado estos Lenguados al Pernod con gambas y os gustaría prepararlos, sbasta con seguir estas indicaciones:
- Pelamos las gambas dejando sólo las colas. Las envolvemos con un filete de lenguado y lo sujetamos con un palillo.
- Los ponemos en una bandeja de horno, condimentamos con sal y pimienta, y vertemos el vino y el caldo. Tapamos con papel de aluminio y lo ponemos en el horno caliente durante 10 minutos. A continuación, los ponemos en un plato y los mantenemos calientes.
- En un cazo, freímos las cabezas y las pieles de las gambas con unas gotas de aceite. Añadimos el caldo de la bandeja del horno, dejamos reducir y lo pasamos por el chino.
- Ponemos la mantequilla en un cazo y la harina, y la dejamos cocer un par de minutos. Vertemos el caldo, removemos y dejamos espesar. Añadimos la yema de huevo, removemos, esperamos que haga chup-chup, y vertemos primero el Pernod, y un minuto después la crema de leche.
- Hacemos una cama de salsa en el plato, encima ponemos los lenguados y los bañamos con más salsa, sin cubrirlos completamente.
Ingredientes (para 2 personas):
- 2 lenguados a filetes
- 8 gambas
- 100 ml vino blanco de buena calidad
- 220 caldo de pescado
- 30 g mantequilla
- 30 g harina
- 1 yema de huevo de agricultura ecológica
- 1 cucharada de Pernod
- 100 crema de leche 35% m.g.
- sal marina
- pimienta negra
Ya que el viajero andalusí del siglo XII Abu Hamid al-Gharnati reunió en sus obras las maravillas del mundo, creo que para acompañar estos Lenguados al Pernod con gambas no hay nada mejor que la lectura de una obra escrita con un excepcional sentido del humor por un hombre que también viajó por todo el mundo.
Gerald Durrell, Filetes de lenguado. Alianza Editorial (Colección Biblioteca Durrell). Madrid, 2004.
Gerald Durrell, Filetes de lenguado. Alianza Editorial (Colección Biblioteca Durrell). Madrid, 2004.