Bombones de chocolate




No me gusta el amigo invisible. Si me toca alguien que ya es amigo, no hace falta participar en este tipo de juego para hacerle un pequeño obsequio. Pero si la suerte ha querido que tenga un detalle con alguien con quien no tengo mucho trato, se me presenta un gran dilema. ¿Qué le gusta?

Busco, pregunto, cavilo, vuelvo a buscar ... Y casi siempre acabo pagando más del límite establecido, para asegurarme que no acabará en el rincón de los trastos. ¿Y tantos miramientos a cambio de qué?

Alguien tenía un libro viejo e inútil, que ocupaba un espacio en la estantería de su casa, y no sabía cómo deshacerse de él. Yo fui su salvación. Pero no me considero una heroína, ya que no salvé el libro de la hoguera, sino de la basura.

No quiero ser vuestro amigo invisible. Quiero que todos sepáis que soy yo, Margarida de Elmondelacuina, quien os hace este pequeño obsequio. Pensado, elaborado y dedicado con todo mi afecto.





¿A quién no le gusta el chocolate?  Pues estos bombones son una auténtica delicia. Presentados en la mesa para ir picando, como decoración de un pastel, o puestos en una bolsita para regalar a los amigos, os aseguro que desaparecen enseguida.

Sólo necesitamos chocolate y unos moldes. Si no tenéis, podéis utilizar los de hacer cubitos y ¡aún serán más divertidos!





Fundimos el chocolate al baño María, cuidando que la temperatura no sea superior a los 40-45˚. Lo agitamos con una espátula y lo vertemos en el molde. Acabamos decorando con un Lacasito, una almendra o unas avellanas tostadas. Ponemos el molde en la nevera durante 15 minutos y ya podemos desmoldar los bombones.

También los podemos hacer rellenos de naranja. Tomamos la naranja confitada y la cortamos bien pequeña. Llenamos una tercera parte del molde con chocolate, ponemos un poco de naranja y acabamos de llenar con más chocolate, procurando que los laterales queden cubiertos de chocolate. Así, nadie sabrá qué hay dentro hasta que no lo tenga en la boca.

Ingredientes:

Chocolate Nestlé Postres
Lacasitos
Almendras tostadas
Avellanas peladas
Naranja confitada





Y mientras vais comiendo estos bombones, podéis leer el libro de Lisa See El abanico de seda. Ediciones Salamandra, Barcelona, 2006. En él nos habla de la relación de dos mujeres que, gracias a un lenguaje secreto, son capaces de encontrar en la amistad el sentido de sus vidas.

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