Ya empezaba a anochecer cuando vi al chico del carro avanzando a paso ligero ante mí. Pensé que tenía prisa por llegar al super antes de que cerraran pero tras ver que pasaba de largo ante tres tiendas de comida, la curiosidad me empujó a seguirlo.
Ninguno de los escaparates iluminados que había a lo largo de la calle lo apartó de su objetivo. La luna resplandecía en su plenitud y parecía querer transmitirnos cierto consuelo ante una noche tan gélida.
En San Martín tocaban las ocho cuando el chico empezó a cruzar la plaza de la Iglesia, ralentizando su ritmo. Se detuvo finalmente ante la gran cola que había delante de la puerta, formada mayoritariamente por mujeres.
Todas se aferraban a su carro, que las protegía del frío y del hambre, dentro del cual habían escondido la vergüenza de verse expuestas a aquellas circunstancias. Y estaban ansiosas por volver a casa y poder celebrar estas fiestas viendo la cara de felicidad de sus hijos ante un plato lleno de comida.
El día de Navidad en casa comeremos como todos los años con moderación y os puedo asegurar que no nos empachamos, aunque sólo sea por solidaridad con todas aquellas personas que no tienen nuestra suerte.
Y, a la hora de los postres, no me presentaré con un carrito lleno de golosinas sino con unas canastillas de merengue rebosantes de fruta.
Se pueden preparar con unos días de antelación y guardarlas en una caja hermética. Para que no se humedezcan, no las rellenamos (con nata o trufa) hasta unas horas antes de servirlas. Para conseguir un azúcar con sabor a vainilla, hay que tener durante unos días una vaina de vainilla ya usada dentro del bote de azúcar.
Estas canastillas se hacen con merengue francés, que se prepara así:
En primer lugar dibujamos círculos de 10 cm de diámetro en un papel de horno, y ponemos una olla con agua al fuego para que se caliente ligeramente. Mientras, tamizamos el azúcar, y en un cazo montamos las claras con una pizca de sal hasta que estén casi a punto de nieve.
Entonces vamos echando cucharadas de azúcar mientras batimos. Una vez lo habremos incorporado todo, ponemos el cazo dentro de la olla, vigilando que el agua no toque la base del cazo. Y batimos el merengue hasta que esté bien espeso.
Con batidora eléctrica tardaremos unos 8 o 9 minutos. Notaremos que ya está hecho cuando veamos que forma picos. En este momento pasamos rápidamente el merengue a una manga pastelera.
Encendemos el horno y lo ponemos a 110 º. Llenamos con merengue las circunferencias dibujadas. Después, hacemos rosetas alrededor de los bordes. Con el merengue que nos sobra, hacemos más rosetas sobre el papel de horno.
Horneamos las canastillas durante 1 hora y media o 1 hora y 3 / 4. No deben quedar doradas, pero sí secas. Las despegamos del papel y las dejamos enfriar antes de rellenarlas con nata montada. Decoramos con frambuesas, con un corazón de chocolate y unas rosetas de merengue.
Ingredientes:
4 claras de huevo
1 pizca de sal
250 g azúcar glas con sabor a vainilla
Para decorar:
nata
frambuesas
chocolate
Con rosetas de merengue y unas gominolas he hecho el árbol de Navidad con el que os quiero felicitar estas fiestas a todos los que me visitáis, ya sea pasando de puntillas, ya dejándome un comentario. ¡Espero que este Nuevo Año llene de felicidad vuestras vidas!
Con esta receta participo en el HEMC de este mes que tiene como anfitriona a Núria, de Petita Cuina, y que ha propuesto recetas para Navidad.
Se pueden preparar con unos días de antelación y guardarlas en una caja hermética. Para que no se humedezcan, no las rellenamos (con nata o trufa) hasta unas horas antes de servirlas. Para conseguir un azúcar con sabor a vainilla, hay que tener durante unos días una vaina de vainilla ya usada dentro del bote de azúcar.
Estas canastillas se hacen con merengue francés, que se prepara así:
En primer lugar dibujamos círculos de 10 cm de diámetro en un papel de horno, y ponemos una olla con agua al fuego para que se caliente ligeramente. Mientras, tamizamos el azúcar, y en un cazo montamos las claras con una pizca de sal hasta que estén casi a punto de nieve.
Entonces vamos echando cucharadas de azúcar mientras batimos. Una vez lo habremos incorporado todo, ponemos el cazo dentro de la olla, vigilando que el agua no toque la base del cazo. Y batimos el merengue hasta que esté bien espeso.
Con batidora eléctrica tardaremos unos 8 o 9 minutos. Notaremos que ya está hecho cuando veamos que forma picos. En este momento pasamos rápidamente el merengue a una manga pastelera.
Encendemos el horno y lo ponemos a 110 º. Llenamos con merengue las circunferencias dibujadas. Después, hacemos rosetas alrededor de los bordes. Con el merengue que nos sobra, hacemos más rosetas sobre el papel de horno.
Horneamos las canastillas durante 1 hora y media o 1 hora y 3 / 4. No deben quedar doradas, pero sí secas. Las despegamos del papel y las dejamos enfriar antes de rellenarlas con nata montada. Decoramos con frambuesas, con un corazón de chocolate y unas rosetas de merengue.
Ingredientes:
4 claras de huevo
1 pizca de sal
250 g azúcar glas con sabor a vainilla
Para decorar:
nata
frambuesas
chocolate
Con rosetas de merengue y unas gominolas he hecho el árbol de Navidad con el que os quiero felicitar estas fiestas a todos los que me visitáis, ya sea pasando de puntillas, ya dejándome un comentario. ¡Espero que este Nuevo Año llene de felicidad vuestras vidas!
Con esta receta participo en el HEMC de este mes que tiene como anfitriona a Núria, de Petita Cuina, y que ha propuesto recetas para Navidad.