Lentejas vegetarianas




Eran hermanos gemelos pero él era el preferido de su padre porque era un excelente cazador y siempre le llevaba piezas que le hacían la comida más placentera.

Un día, llegando del campo sudoroso y hambriento, vio a su hermano Jacob cociendo lentejas. Estaba tan terriblemente cansando que no tenía ganas de esperar a tener la comida preparada. Por eso, al ver el guiso de su hermano, le pidió un plato de aquello rojizo.

Jacob, celoso de Esaú porque éste era el heredero (y todo por haber salido el primero del vientre de su madre), le pidió a cambio sus derechos de primogénito.

Esaú, pensando que de nada le servían estos derechos cuando se estaba muriendo de hambre, accedió a vendérselos sin pensárselo dos veces. Su hermano le ofreció entonces un pedazo de pan y un plato de lentejas, que él se comió sin pensar en las consecuencias de su juramento.




De este hecho nos ha llegado la expresión venderse por un plato de lentejas, que viene a decir que hemos hecho un mal negocio ya que hemos cambiado una buena cosa por otra de valor escaso.

Es cierto que un plato de lentejas no nos costará mucho dinero, pero yo os aseguro que no cambiaría las lentejas que salen de mi cocina por nada del mundo.

No llevan chorizo, ni tocino, ni ningún ingrediente cárnico, por eso son ideales para todas las dietas, especialmente las vegetarianas. Son tal como siempre las ha cocinado mi madre, aunque ella añade trocitos de zanahoria y patata.

Recordad que es muy sano comer legumbres. Los Garbanzos con uvas pasas son excelentes, y el Timbal de alubias de Santa Pau es buenísimo. Y estas lentejas son ... ¡superiores!

Si las queréis preparar, aquí tenéis la receta:

Ponemos las lentejas dos horas en remojo. Las aclaramos con agua hasta que ésta salga limpia. Entonces llevamos al fuego las lentejas con 3 l de agua en una olla. Mientras esperamos que hierva, cortamos las cebollas en juliana y las ponemos al fuego en una sartén con el aceite, junto con los ajos y la hoja de laurel.

Cuando la cebolla comienza a coger color, añadimos el tomate cortado a trozos peueños y lo dejamos cocer hasta que se haya evaporado todo el líquido y el sofrito brille.




Ahora podríamos verter este sofrito en la olla de las lentejas, pero como a mí no me gusta encontrarme estos ingredientes mezclados con las lentejas, lo que haremos es poner el colador chino dentro de la olla y verter dentro el sofrito. De esta manera, mientras se cuecen las lentejas, van cogiendo toda su sustancia.




Dejamos que hiervan durante 1 hora (o 1 hora y 1 / 4), a fuego medio-alto. Siempre deben estar cubiertas con un dedo de agua. Si no es así, añadimos un poco más, procurando que sea caliente.

Cuando veamos que ya están cocidas, levantamos el colador y con la cuchara de madera aplastamos la cebolla y el tomate para escurrir  todo su jugo, que dejaremos caer dentro de la olla. Salamos, dejamos cocer dos minutos más y ya podemos servirlas.


Ingredientes (para 5 personas):

1 / 2 kg lentejas de buena calidad
3 l de agua

100 ml aceite de oliva virgen extra
3 cebollas medianas
6 dientes de ajos, enteros y con piel
1 hoja de laurel
3 tomates
sal




Y ya que he encabezado esta receta con la historia de dos hermanos, os propongo la lectura de Los hermanos Karamazov, de Fiodor Dostoievski. Alianza Editorial (Col. El libro de bolsillo), Madrid, 2006.



3 comentarios:

  1. Qué original forma de hacerlas Margarida, las que yo hago también son vegetarianas, pero no son como las tuyas. Creo que debe haber tantas recetas de lentejas como cocineras o cocineros las hagan.
    Es verdad que las lentejas quizás no estén tan valoradas, aquello de: "si quieres te las comes y si no te las dejas", también las menosprecia, pero si preguntamos a cien personas cual sería el plato de comida caliente más representatrivo, seguro que nos dírían la mayoría, que lentejas.
    Excelente propuesta pues.
    Un beso grande.

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  2. A mi la lentejas no me gustan. En casa siempre había peleas, porque a mi hermana le chiflan y a mi me chiflan las judía, nunca nos poníamos de acuerdo, mi madre nos peleaba. Ya una vez casada yo me he salido con la mía.
    Un abrazo.

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  3. Me encantan las lentejas las como como sea
    Claro que son menospreciadas creo que hay que probar esta nueva receta de lentejas
    besos

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