Helado de melocotón




Quería ser inmortal y no abandonar nunca este mundo. Se negaba a desaparecer porque no quería perderse ningún acontecimiento futuro, y se aferraba a la vida como un árbol cuando extiende sus raíces por todas partes  para mantenerse bien firme.

Y en su egoísmo no se daba cuenta que arrastraba con él a todos los que estaban a su alrededor. Los que pensaban que ya habían vivido lo suficiente y buscaban un descanso merecido, y los que creían que tenían que ceder tarde o temprano el testigo a sus relevos.

Ninguno, sin embargo, se atrevía a decirle que estaba equivocado y que seguía un imposible. Por eso, cuando exigía su ración diaria de melocotón, todos corrían a satisfacer sus demandas, aunque a menudo no recibían a cambio otra cosa que su desprecio.

Cuando no era demasiado verde, no estaba lo suficientemente maduro. Unas veces no tenía el punto de dulzor deseado, y otros, estaba demasiado frío. A sus noventa años no recordaba un solo día sin melocotón, y estaba seguro de que tarde o temprano conseguiría la inmortalidad.




La cultura china otorga a los melocotones el poder de conceder la inmortalidad, por lo que el árbol de esta fruta es considerado el árbol de la larga vida. Yo no puedo asegurar si este Helado de melocotón un alargará la vida, pero estoy convencida de que os dará unos momentos de placer difícilmente inolvidables.

Si alguien ya se ha animado a hacerlo, a continuación os doy las instrucciones a seguir.

Calentamos la nata en un cazo al fuego, vigilando que no hierva. A parte, batimos las yemas y el huevo entero con el azúcar. Añadimos la nata caliente, agitamos bien hasta obtener una mezcla homogénea, y lo ponemos al fuego al baño María, para hacer una crema inglesa.

No paramos de agitar suavemente durante 10 minutos, vigilando que la temperatura no pase de 80º. Apartamos el cazo del fuego. Trituramos los melocotones con el Minipimer y los mezclamos con la crema inglesa. La dejamos enfriar, agitando de vez en cuando, y la mantenemos toda la noche en la nevera.

Al día siguiente montamos la nata y la incorporamos con cuidado a la crema de melocotón. A continuación la vertemos en la heladora y, cuando ya esté hecho el helado, llenamos los moldes y los ponemos en el congelador.

Si no disponemos de heladera, ponemos la mezcla en el congelador.  Al cabo de una hora y media, la sacamos y la batimos, y la volvemos a poner en el congelador. Una hora y media más tarde, repetimos la operación, rellenamos los moldes y los ponemos en el congelador.

Media hora antes de comérnoslo, lo pasamos a la nevera para que se ablande un poco. Antes de  servirlo,  ponemos láminas delgadas de melocotón alrededor del helado, y lo adornamos con una bola de melocotón, una hoja de chocolate y un pétalo de rosa.





Ingredients:
Para la crema de melocotón:
250 ml nata 35% m.g.
2 yemas
1 huevo entero
50 g azúcar glas
300 g melocotón en almíbar, escurrido
250 ml nata 35% m.g.

Para el adorno:
melocotón en almíbar
hojas de chocolate
pétalos de rosa




Con esta receta participo en la propuesta que nos hacen este mes Els fogons de la BordetaXocolata desfeta para la Recepta del 15.





Y mientras saboreamos este Helado de melocotón, pasemos un buen rato leyendo Inmortales y perfectos, de Salvador Macip. Editorial Destino (Colección Imago Mundi). Barcelona, 2008.



3 comentarios:

  1. Me ha encantado el helado que has preparado hoy. Enhorabuena. Claro que lo haré.

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  2. Muchas gracias! Como comenté en mi publicación, no he conseguido hacer helado con melocotón en almíba a mi gusto y este tuyo me lo guardo paa el invierno cuando no haya frescos... Un beso.

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  3. Mi fruta preferida es el melocotón, me has tentado, se me han abierto los ojos como platos.
    Me gusta y en helado mucho, mucho.
    Un beso.

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