¡Maldita sea! ¿Cuántas veces te repetí que a mi lado ya no podías hacer lo que te diera la gana? ¿Cuántas veces te hice jurar que no te irías de aquí sin mi permiso y que cumplirías tu palabra?
¡No hay ninguna excusa que valga! Sabías de sobras que, casándote conmigo, renunciabas a tu familia y que ya no te era permitido volverlos a ver nunca más. ¿Cómo has osado traicionarme?
¡Dímelo!
¿Que echabas de menos a tus padres, me dices con lágrimas en los ojos? ¿Acaso no te bastaba vivir en el Olimpo y ser una diosa entre las diosas? ¿No te hacía feliz la inmortalidad que te concedí y que a pocas mujeres les es permitida?
Te maldigo, Cynara, te maldigo por haber osado ir a escondidas a visitar a tus padres. ¿Qué te podían dar ellos que no encontraras con creces aquí a mi lado?
No hace falta que digas nada. Como todopoderoso que soy, y sintiéndome ofendido por tu comportamiento, yo el
gran Zeus te hago pagar tu falta convirtiéndote en flor, y en adelante
vivirás ceñida por una coraza de hojas ásperas que mantendrán escondida
la belleza que un día me deslumbró, para que nadie más pueda disfrutar de ella.
¡Vive para siempre entre los mortales y que les sea imposible encontrar tu corazón !
Si os gustan las alcachofas, aprovechad antes que termine la temporada. Conviene elegirlas fuertes y crujientes, y cuanto más tiernas mejor porque sólo así podremos disfrutar del placer de su corazón.
Si os han llamado la atención estas Alcachofas con chirlas, aquí tenéis la receta:
- Ponemos las chirlas en remojo con agua salada durante unas horas para eliminar la arenilla que puedan tener.
- Pelamos las alcachofas y cortamos un tercio por arriba. Cortamos cada alcachofa en 4 trozos y, para evitar que se oxiden, las ponemos 5 minutos en remojo con agua y unas ramas frescas de perejil. Después tiramos el agua del remojo, y ponemos las alcachofas en un cazo al fuego cubiertas de agua. Las cocemos durante 15 minutos.
- Ponemos el aceite en una cazuela y doramos el ajo que habremos cortado previamente en láminas. Añadimos la harina, removemos, dejamos cocer un poco y vertemos el vino. Deshacemos la harina, vigilando que no haya grumos, y añadimos el caldo caliente.
- Ponemos las chirlas, tapamos y ponemos el fuego fuerte. Esperamos 1-2 minutos que se abran. Añadimos las alcachofas y el agua de hervirlas, y perejil picado. Ponemos sal y dejamos cocer un par de minutos, agitando la cazuela de vez en cuando. Servir caliente.
Si os han llamado la atención estas Alcachofas con chirlas, aquí tenéis la receta:
- Ponemos las chirlas en remojo con agua salada durante unas horas para eliminar la arenilla que puedan tener.
- Pelamos las alcachofas y cortamos un tercio por arriba. Cortamos cada alcachofa en 4 trozos y, para evitar que se oxiden, las ponemos 5 minutos en remojo con agua y unas ramas frescas de perejil. Después tiramos el agua del remojo, y ponemos las alcachofas en un cazo al fuego cubiertas de agua. Las cocemos durante 15 minutos.
- Ponemos el aceite en una cazuela y doramos el ajo que habremos cortado previamente en láminas. Añadimos la harina, removemos, dejamos cocer un poco y vertemos el vino. Deshacemos la harina, vigilando que no haya grumos, y añadimos el caldo caliente.
- Ponemos las chirlas, tapamos y ponemos el fuego fuerte. Esperamos 1-2 minutos que se abran. Añadimos las alcachofas y el agua de hervirlas, y perejil picado. Ponemos sal y dejamos cocer un par de minutos, agitando la cazuela de vez en cuando. Servir caliente.
Ingredientes (para 2 personas):
- 4 alcachofas Prat tiernas
- 400 g chirlas
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de harina
- 30 ml vino blanco
- 200 ml fumet
- 100 ml agua de cocer las alcachofas
- 1 diente de ajo
- perejil
Para el fumet:
- cabeza y espinas de una merluza
- agua mineral
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 rama de apio
- 1/4 porro
- 1 cebolla
- 1 tomate xerry
- 2 ramas de perejil
- 1 hoja de laurel
- sal marina
El dios Zeus con su venganza dejó completamente oculto el corazón de la hermosa Cynara para que en adelante quedara lejos de cualquier mirada, pero nosotros lo descubrimos cada vez que saboreamos estas Alcachofas con chirlas.
Por desgracia no todos los amores son idílicos ni tienen un final feliz. Así que hoy os recomiendo el libro de Italo Calvino, Los amores difíciles. Ediciones Siruela (Colección Biblioteca Calvino, 20). Madrid, 2012.
Por desgracia no todos los amores son idílicos ni tienen un final feliz. Así que hoy os recomiendo el libro de Italo Calvino, Los amores difíciles. Ediciones Siruela (Colección Biblioteca Calvino, 20). Madrid, 2012.
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