Ángela tiene hambre. Hace días que tiene hambre, y la nevera está vacía. Las tripas a menudo le hacen ruido y ya no sabe qué excusa dar al pequeño Ramón cuando le pregunta qué le pasa.
Pero ... ¿cómo explicar a un niño de tres años que un monstruo feroz con las garras afiladas araña el corazón de su madre, y que no dejará de hurgar en la herida hasta conseguir que exhale el último pellizco de ilusión? ¿Cómo decirle que es una lucha dolorosa e inútil i que parece que no tenga fin?
Quizás el pequeño no llegue a saber nunca que el dinero que entra en casa sólo sirve para pagar el techo que les cobija y que el resto viene de la caridad de la familia y los amigos que, a pesar de no encontrarse en una situación mejor, no tienen un pequeño a su cargo.
Ángela se esfuerza para que los ojos de su hijo no caigan en un pozo negro y pierdan para siempre su brillo. Se rebela contra su desdicha y esconde bajo la alfombra todas las miserias. Delante del niño, no quiere llantos, ni quejas ni lamentos.
- Toma, hijo. Mira qué bastoncillos tan ricos ha traído tía Rosa para merendar.
Pero ... ¿cómo explicar a un niño de tres años que un monstruo feroz con las garras afiladas araña el corazón de su madre, y que no dejará de hurgar en la herida hasta conseguir que exhale el último pellizco de ilusión? ¿Cómo decirle que es una lucha dolorosa e inútil i que parece que no tenga fin?
Quizás el pequeño no llegue a saber nunca que el dinero que entra en casa sólo sirve para pagar el techo que les cobija y que el resto viene de la caridad de la familia y los amigos que, a pesar de no encontrarse en una situación mejor, no tienen un pequeño a su cargo.
Ángela se esfuerza para que los ojos de su hijo no caigan en un pozo negro y pierdan para siempre su brillo. Se rebela contra su desdicha y esconde bajo la alfombra todas las miserias. Delante del niño, no quiere llantos, ni quejas ni lamentos.
- Toma, hijo. Mira qué bastoncillos tan ricos ha traído tía Rosa para merendar.
La situación actual hace que mucha gente se vea privada de cosas que deberían ser consideradas básicas. Pero hay un alimento que no debería faltar nunca en ninguna casa: el pan. ¡Luchemos, pues, para que así sea!
Hoy en lugar de pan os traigo unos bastoncillos caseros. Es posible que no os parezcan demasiado atractivos pero, una vez los pruebas, ¡son tan irresistibles que es un empezar y no parar! Y, aunque pasen los días, se mantienen tan crujientes como si acabaran de salir del horno.
Si os han gustado estos Bastoncillos con pipas de girasol y desearíais hacerlos, sólo tenéis que seguir estas indicaciones:
- Ponemos dentro de la panificadora los ingredientes en el mismo orden que os digo y amasamos quince minutos. Añadimos las pipas, amasamos 2 minutos más y luego la dejamos reposar un par de horas.
- Encendemos el horno y lo ponemos a 200º. Enharinamos la superficie de trabajo y vamos cogiendo porciones de masa de unos 45 g. Las estiramos formando churros de unos 25 cm de largo, los ponemos encima de una bandeja forrada con papel vegetal y los horneamos durante 30 minutos.
- Para conseguir que se mantengan crujientes días y días, bajamos la temperatura del horno a 100º, y los dejamos 30 minutos más. Apagamos el horno y los dejamos dentro que se vayan enfriando. Una vez fríos, los guardamos dentro de una caja de metal.
Hoy en lugar de pan os traigo unos bastoncillos caseros. Es posible que no os parezcan demasiado atractivos pero, una vez los pruebas, ¡son tan irresistibles que es un empezar y no parar! Y, aunque pasen los días, se mantienen tan crujientes como si acabaran de salir del horno.
Si os han gustado estos Bastoncillos con pipas de girasol y desearíais hacerlos, sólo tenéis que seguir estas indicaciones:
- Ponemos dentro de la panificadora los ingredientes en el mismo orden que os digo y amasamos quince minutos. Añadimos las pipas, amasamos 2 minutos más y luego la dejamos reposar un par de horas.
- Encendemos el horno y lo ponemos a 200º. Enharinamos la superficie de trabajo y vamos cogiendo porciones de masa de unos 45 g. Las estiramos formando churros de unos 25 cm de largo, los ponemos encima de una bandeja forrada con papel vegetal y los horneamos durante 30 minutos.
- Para conseguir que se mantengan crujientes días y días, bajamos la temperatura del horno a 100º, y los dejamos 30 minutos más. Apagamos el horno y los dejamos dentro que se vayan enfriando. Una vez fríos, los guardamos dentro de una caja de metal.
Ingredientes (para 22 bastoncillos):
- 320 g agua mineral
- 10 g sal marina
- 50 g aceite de oliva virgen extra
- 550 g harina de fuerza
- 12 g levadura fresca de panadero
- 55 g pipas de girasol bio ecoBASICS
Hoy, 16 de octubre es el Dia Mundial del Pan y, un año más, nos adherimos con estos Bastoncillos con pipas de girasol a la propuesta de Zorra, autora del blog Kochtopf, que por novena vez nos invita a encender el horno y a amasar.
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