Desde hace muchos años, soy yo quien paga los platos rotos. Y es que todo el mundo da por hecho que, de todos los males y desgracias que hay en el mundo, sólo yo soy la culpable.
¡Cuántos reproches he tenido que oír desde entonces! Que si soy manipuladora, egoísta, desobediente y desagradecida. Que si sólo miro por mi interés y no respeto las leyes ...
Pero fue la curiosidad la que guió mis actos, no la malicia. Claro que estábamos bien mi hombre y yo en el Paraíso donde todo nos era regalado, pero ... ¿quién quiere vivir todos los días de una manera igual, envueltos en un bienestar permanente?
Ahora sé lo que es el esfuerzo y el cansancio, sé qué significa sufrir, y reír, y amar. Aprecio un beso, sobre todo después de unas lágrimas. Me doy cuenta que mis decisiones tienen consecuencias y que no puedo dormir cuando algún dolor de cabeza me sacude la conciencia. Confieso que a menudo tengo miedo, pero agradezco las chispas de felicidad que me iluminan el alma.
No, no fue la serpiente la que me empujó a coger la manzana. Fue mi afán de mirar más allá, de no conformarme con lo que me era dado y de soñar un mundo diferente construido por mí.
¡Cuántos reproches he tenido que oír desde entonces! Que si soy manipuladora, egoísta, desobediente y desagradecida. Que si sólo miro por mi interés y no respeto las leyes ...
Pero fue la curiosidad la que guió mis actos, no la malicia. Claro que estábamos bien mi hombre y yo en el Paraíso donde todo nos era regalado, pero ... ¿quién quiere vivir todos los días de una manera igual, envueltos en un bienestar permanente?
Ahora sé lo que es el esfuerzo y el cansancio, sé qué significa sufrir, y reír, y amar. Aprecio un beso, sobre todo después de unas lágrimas. Me doy cuenta que mis decisiones tienen consecuencias y que no puedo dormir cuando algún dolor de cabeza me sacude la conciencia. Confieso que a menudo tengo miedo, pero agradezco las chispas de felicidad que me iluminan el alma.
No, no fue la serpiente la que me empujó a coger la manzana. Fue mi afán de mirar más allá, de no conformarme con lo que me era dado y de soñar un mundo diferente construido por mí.
Si habéis sucumbido a la tentación de estas Manzanas de hojaldre y os gustaría hacerlas, sólo tenéis que seguir estas indicaciones:
Para la crema:
- En un cazo, calentamos la leche con la piel de limón y, en otro, batimos la yema con el azúcar hasta que blanquee. Añadimos la harina de maíz y removemos bien hasta integrar del todo. Vertemos la leche caliente -previamente colada-, agitando con el batidor para que no se formen grumos.
- Ponemos el cazo a fuego muy suave y no paramos de remover hasta que hierva. Cubrimos la crema con un film transparente y la dejamos enfriar.
Para el barniz de mermelada:
- Calentamos al mermelada con un poco de agua y la dejamos hervir dos minutos. Colamos y reservamos.
Para las manzanas:
- Encendemos el horno a 180º.
- Cortamos el hojaldre por la mitad. Batimos un huevo, pintamos una de las mitades del hojaldre y la cubrimos con la otra mitad.
- Dibujamos una manzana en una cartulina y la recortamos. Ésta nos servirá de plantilla para hacer 3 manzanas de hojaldre. Una vez recortadas las manzanas y dibujadas las hojas, con un cuchillo hacemos un borde de 1 cm y vaciamos su interior, separando sólo la capa superior de hojaldre. Pinchamos varias veces la capa inferior con un tenedor.
Para la crema:
- En un cazo, calentamos la leche con la piel de limón y, en otro, batimos la yema con el azúcar hasta que blanquee. Añadimos la harina de maíz y removemos bien hasta integrar del todo. Vertemos la leche caliente -previamente colada-, agitando con el batidor para que no se formen grumos.
- Ponemos el cazo a fuego muy suave y no paramos de remover hasta que hierva. Cubrimos la crema con un film transparente y la dejamos enfriar.
Para el barniz de mermelada:
- Calentamos al mermelada con un poco de agua y la dejamos hervir dos minutos. Colamos y reservamos.
Para las manzanas:
- Encendemos el horno a 180º.
- Cortamos el hojaldre por la mitad. Batimos un huevo, pintamos una de las mitades del hojaldre y la cubrimos con la otra mitad.
- Dibujamos una manzana en una cartulina y la recortamos. Ésta nos servirá de plantilla para hacer 3 manzanas de hojaldre. Una vez recortadas las manzanas y dibujadas las hojas, con un cuchillo hacemos un borde de 1 cm y vaciamos su interior, separando sólo la capa superior de hojaldre. Pinchamos varias veces la capa inferior con un tenedor.
- Pintamos con huevo batido los bordes y las hojas de las manzanas. Rellenamos el interior con una cucharada colmada de crema. Pelamos y cortamos la manzana a láminas finas. Cubrimos la crema con estas láminas superpuestas.
- Las horneamos durante 20 minutos, o hasta que empiecen a coger color. Las sacamos del horno y las pintamos con barniz de mermelada.
Ingredientes (para 3 manzanas):
- 1 masa de hojaldre rectangular
- 1 yema de huevo de agricultura ecológica
- 160 ml leche
- piel de llimón de gricultura ecológica
- 35 g azúcar
- 12 g harina de maíz maizena
- 1 ou huevo de agricultura ecológica
- 1 manzana golden
- 2 cucharadas de mermelada de albaricoque casera
No sé cómo sería la manzana que Eva cogió del árbol prohibido que había en medio del jardín del Paraíso y que generosamente ofreció a Adán, pero no creo que tuviera nada a envidiar a estas manzanas que iluminan mi cocina.
Podeéis saborear estas Manzanas de hojaldre mientras leéis Ray Bradbury, Las doradas manzanas del sol. Ediciones Minotauro, 2002.