De camino a casa, Carlos se detiene cada día delante de la pastelería de La Dulce para descubrir sus novedades. Enseguida se le ilumina la mirada y empieza a babear. Nada le gustaría más que entrar y poder pedir cualquiera de las cosas expuestas, porque sabe que La Dulce tiene un don especial con los pasteles, pero no lo hará.
Se irá a casa y comerá las galletas que le hace su mamá. Las mismas que comió ayer, las mismas que comió la semana pasada. Son unas galletas especiales, que al principio le hacían gracia, pero ahora ya no le saben a nada.
Carlos tiene 10 años y conoce por experiencia qué es no poder disfrutar de la comida ni poder elegir lo que el corazón le pide. Tiene muchos alimentos prohibidos y se siente extraño, pero su enfermedad le ha hecho más maduro y no le preocupa en exceso.
Camina decidido a casa, pensando que quizás alguien en algún lugar estará creando un pastel especial para su próximo cumpleaños...
Los que estamos acostumbrados a comer lo que nos apetece, no podemos ni imaginar los problemas con que se encuentran personas como la Rous, del blog Comer especial. Con su deseo de poder comer buenos pasteles ha decidido celebrar un concurso para atraer nuestra atención y hacer trabajar nuestra imaginación.
Yo participo con esta tarta que, en su honor, he bautizado Tarta especial de crema de soja. A mí me encantan las tartas adornadas con nata y trufa, pero ante la imposibilidad de utilizar estos ingredientes, en un primer momento la hice cubriéndola totalmente de merengue. Sin embargo decidí no publicar la receta porque la encontramos excesivamente dulce.
Después de darle muchas vueltas, encontré perfecta esta propuesta que ahora os presento, y que hice ayer para celebrar el cumpleaños de Pere.
Para hacer esta tarta empezamos haciendo el bizcocho. Encendemos el horno y lo ponemos a 180º. Untamos con un poco de aceite un molde corona de 26 cm y lo enharinamos ligeramente.
Montamos a punto de nieve las claras con una pizca de sal, y a continuación batimos con la batidora eléctrica las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos poco a poco la harina y la levadura, que previamente habremos mezclado y pasado por el tamiz.
Para que la mezcla no sea tan espesa, ponemos también dos cucharadas de la clara montada. Una vez incorporada toda la harina, añadimos el resto de las claras con una espátula, mezclando muy suavemente.
Vertemos la masa en el molde y lo horneamos durante 20 minutos. Cuando esté hecho, lo sacamos del horno y no lo desmoldamos hasta que esté totalmente frío.
Mientras está en el horno, preparamos la crema.
Ponemos al fuego la leche de soja con las semillas de media vaina de vainilla y esperamos que hierva.
Con la batidora eléctrica batimos en un cazo las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos la Maizena y seguimos batiendo hasta incorporarla bien. Colamos la leche, reservamos 80 ml e incorporamos el resto (520 ml) a los huevos con un batidor manual.
Ponemos el cazo al fuego y no paramos de remover hasta que la crema empiece a espesar. Entonces apartamos el cazo del fuego, batimos bien y lo volvemos al fuego. Seguimos removiendo hasta que se formen unas ampollas que al estallar hagan "puff". Retiramos la crema del fuego, apartamos 1/4 de kg (que servirá para el relleno) y la tapamos con film transparente, procurando que toque toda la superficie de la crema.
Añadimos los 80 ml de leche al resto de la crema, removemos bien y también la cubrimos con film transparente. Esta crema servirá de cobertura.
Cuando el bizcocho esté frío, cogemos un cuchillo que corte bien y cortamos una capa del bizcocho de un cm de espesor, vigilando que salga entero y no se nos rompa, ya que servirá de tapa.
Ahora con una cuchara vaciamos el resto del bizcocho, dejando un cm a ambos lados.
Llenamos este surco con el 1/4 de kg de crema reservada.
Ponemos la tapa. Colocamos el pastel sobre una rejilla y le vertemos por encima el resto de crema, procurando que toda la superficie quede cubierta.
Ponemos un cazo a fuego suave con el azúcar y el agua. Montamos la clara a punto de nieve. Cuando la temperatura del almíbar llegue a 116º, retiramos el cazo del fuego y vamos incorporándolo a la clara, en un chorrito fino, mientras batimos con la batidora eléctrica. Al cabo de 9 o 10 minutos veremos que comienza a espesar.
Ponemos el merengue dentro de una manga pastelera y hacemos rosetas sobre papel de horno. Las horneamos durante 3/4 de hora a 100º, o hasta que se hayan endurecido. Las dejamos enfriar.
Lavamos las fresas, las secamos con cuidado y las pegamos al pastel clavándolas con un palillo. Terminamos la decoración con las rosetas de merengue.
Ingredientes:
Para el bizcocho:
3 claras
1 pizca de sal
3 yemas
90 g azúcar
80 g harina
4 g levadura Royal
Para la crema de soja:
600 ml (520 + 80) leche de soja Provamel de Santiveri
1/2 vaina de vainilla
3 yemas
100 g azúcar
40 g Maizena
Para el merengue americano:
115 g azúcar
30 ml agua
15 g clara de huevo
27 fresas
Con su concurso Rous clama nuestra atención. Espero que mi aportación haya sido de su agrado y que tenga un montón donde elegir. Por eso hoy os aconsejo el libro de Jostein Gaarder, ¿Hay alguien ahí? Ediciones Siruela. Madrid, 1996.
se ve estupendo!!!! y sin leche....bueno si de soja...genial!!!! para alergicos a la leche...una buena opcion...gracias!
ResponderEliminarHola, buenos días! Acabo de ver qué fantástica te ha quedado la tarta. Una cosita, en el párrafo que pone "Para hacer esta tarta empezamos haciendo el bizcocho. Encendemos el horno y lo ponemos a 180º. Untamos con mantequilla un molde corona de 26 cm y lo enharinamos ligeramente". Verás que pone mantequilla, si puedes cambiarla por margarina (pues la mantequilla contiene leche), sería genial y estaría dentro de las bases. Un abrazo y feliz día. ¡Gracias por tu tiempo y participación!
ResponderEliminarCocinando con Manu CatMan: Pues tienes razón porque tengo una hija que nunca come ñlas tartas que preparo porque no quiere productos lácteos animales. Y esta le encantó!!!!
ResponderEliminarRous: gracias por hacerme ver el detalle! Ha sido un lapsus: es como normalmente lo hago, pero esta vez utilicé unas gotas de aceite. No me gusta la margarina. Sí utilizo a menudo la mantequilla de soja, pero ese día no tenía. Y como verás ya lo he cambiado.
Celebro que te haya gustado mi aportación, y espero que te ofrezcan muchas tartas!
Es verdad, a veces no valoramos la suerte que tenemos al poder comer de todo. Esta tarta te ha quedado magnífica. Yo también tengo que hacer experimentos a veces por dos amiguitos de mi niña, uno alérgico al huevo y otro a la leche. Es así, hay que estar pendiente de todo el mundo...Un beso y muchas gracias por venir a verme.
ResponderEliminarUna alternativa estupenda y una buena idea para ese concurso que seguro ayudará a muchos niños.
ResponderEliminarUn beso Margarida. Me gusta mucho pasear por aquí.