Flan de calabacín con velouté de gambas




Había una vez en Filipinas un matrimonio que, a pesar de vivir pobremente, nunca había sufrido hambre gracias a los calabacines blancos que crecían en el jardín de su casa. Nada deseaban más que tener un hijo, pero parecía que los dioses -a quienes no habían dejado de rezar un solo día de su vida- no les querían conceder esta alegría.

Un día, sin embargo, cuando iban  a cortar un calabacín para comer, descubrieron un niño precioso en su interior. Por favor, tengan cuidado de no hacerme daño, les dijo el niño, dejándolos aún más atónitos.

La mujer fue al lago a buscar agua para bañarlo, y cuál no sería su asombro al ver que cada gota de agua que tocaba el cuerpo del pequeño se convertía en oro. Maravillados porque la fortuna finalmente les sonreía, pensaban que ya no podían ser más felices.

Al día siguiente la mujer volvió al lago y regresó con una jarra llena de agua que derramó sobre el niño, produciéndose el mismo prodigio que el día anterior. ¡Ya eran ricos y podían construirse una gran casa!

Al tercer día, la mujer quiso volver a bañar al niño, pero al dejar caer el agua sobre el cuerpo del pequeño, éste desapareció tan rápido como había venido a sus vidas,  y con él, todo el oro.

La codicia pudo más que la felicidad por la llegada de un hijo, y de nuevo volvían a ser pobres y a vivir sin lo que más habían deseado.





No sé si los calabacines de este cuento filipino son tan tiernos como los que cultiva mi hermano Ángel en su huerto, pero ¡seguro que no son ni la mitad de buenos! Con ellos he preparado este Flan de calabacín con velouté de gambas, que espero que os guste.

Si lo queréis hacer, tenemos que empezar preparando el caldo de gambas: ponemos una cucharada de aceite en un cazo y salteamos durante un minuto las gambas. Las pelamos, dejando la cola, y las reservamos.

Volvemos a poner el cazo al fuego con las cabezas, las pieles de las gambas y el agua, y lo hacemos hervir todo unos 10 minutos. Colamos y reservamos el caldo.

Encendemos el horno y lo ponemos a 160º. Cortamos los calabacines en trozos y los cocemos al vapor durante 10 minutos. Los trituramos bien hasta hacer puré. Batimos los huevos con la nata y añadimos el puré de calabacín. Ponemos sal, pimienta y nuez moscada, y removemos bien todos los ingredientes.

Llenamos 5 flaneras con la mezcla, las cubrimos con papel de aluminio y las ponemos a cocer en el horno al baño María durante 30 minutos. Antes de desmoldar los flanes los dejamos enfriar.

Mientras, preparamos la salsa de gambas poniendo en un cazo el aceite y la harina, que cocemos durante dos minutos sin dejar de remover. Añadimos primero el caldo caliente, lo removemos bien para que no haga grumos, y finalmente la nata. Lo dejamos cocer durante 10 minutos agitando con el batidor. Condimentamos con sal, pimienta y nuez moscada.

Desmoldamos los flanes y echamos por encima la salsa velouté. Ponemos alrededor de los flanes las gambas reservadas y decoramos con unas flores hechas con piel de tomate.




Ingredientes  (para 5 flanes):

500 g calabacín ecológico
3 huevos de agricultura ecológica
100 ml nata 35% m.g.
sal marina
pimienta negra recién molida
nuez moscada

Para la salsa de gambas:
1 cucharada aceite oliva virgen extra
10 g harina
125 ml caldo de gambas
100 ml nata 35% m.g.
sal marina
pimienta negra recién molida
nuez moscada

Para el caldo de gambas:
1 cucharada aceite oliva virgen extra
250 g gambas frescas de la costa
250 ml agua




Nos pasamos la vida buscando desesperadamente lo que pensamos que nos traerá la felicidad y, cuando por fin lo tenemos en las manos, no reaccionamos como deberíamos. Hoy os recomiendo la lectura de John Irving, Hasta que te encuentre. Tusquets Editores. Barcelona, ​​2006.

Con este Flan de calabacín con velouté de gambas participo en la propuesta que hacen Els fogons de la Bordeta   y  Xocolata desfeta    para   La recepta del 15   y que este mes está dedicada al calabacín.



1 comentario:

  1. ¡Qué maravillas de flanes! La historia me ha dado mucha pena. La verdad es que muchas veces puede más la codicia. No sé cómo serán de buenos los calabacines de tu hermano pero deben ser deliciosos por la fantástica pinta de los flanes en la foto. ¡Tomo nota! Besos.
    http://comerespecial.blogspot.com

    ResponderEliminar