Arroz integral con chirlas




Acababan de casarse y cabalgaban plácidamente bordeando la playa hacia casa de la novia, donde les esperaba un espléndido banquete. Los invitados les seguían a pie, salpicados por las diminutas gotas que producía el intenso oleaje.

 El joven no se percató de nada porque tenía los ojos puestos en su amada, resplandeciente como una Venus. Sin embargo la comitiva percibió la grave situación de una embarcación que navegaba a la deriva, y dio el grito de alarma.

Entonces el novio, sin perder un solo segundo, dirigió su caballo hacia las aguas y se adentró en el mar dispuesto a salvar la nave, con tan mala fortuna que una ola gigante se lo llevó a las profundidades. Viéndose perdido, imploró al cielo su ayuda.

De repente notó una fuerza inhumana que lo impelía hacia fuera y lo devolvía a la playa sano y salvo, justo en el mismo momento en que la nave, que transportaba los restos del apóstol Santiago, llegaba a la orilla. Todos consideraron este hecho un milagro del santo.

Y justamente porque jinete y caballo surgieron de entre las olas cubiertos de conchas, quedaron para siempre unidos la imagen del apóstol Santiago y este molusco.




La semana pasada tuvo lugar en Barcelona el Fòrum Dona i Menopausa, organizado por ella y el abanico y yo -como directora y cocinera de todo lo que se publica en Las recetas de ella y el abanico- me encargué del taller de cocina El calcio, del plato al hueso, donde cocinamos tres recetas muy apropiadas para fortalecer nuestros huesos.

La primera receta que hicimos fue ese Arroz integral con chirlas, muy fácil de preparar y muy sano. Si deseáis verme en acción cocinándolo, podéis entrar en aquesta pàgina de vimeo.


 


Si preferís leer estas líneas, ahora os explico el receta.

Para eliminar la arenilla que puedan tener las chirlas, las cubrimos de agua salada y las dejamos en un lugar fresco durante 1 hora.

Para cocer el arroz, ponemos el agua al fuego y cuando hierva echamos el arroz y un trozo de alga kombu, lavados previamente. Tapamos el cazo, ponemos el fuego al mínimo y lo dejamos cocer durante 45 sin tocarlo. Cuando ya esté cocido, lo destapamos y lo aireamos con un tenedor.

Ponemos aceite en una cazuela, doramos los ajos cortados a láminas y los reservamos dentro del mortero. Enjuagamos las chirlas y las ponemos en la cazuela. Tapamos y esperamos que se abran. Las apartamos del fuego y  retiramos las valvas, reservando unas cuantas para la decoración.

Ponemos el arroz cocido en la cazuela, y también el alga cortada a trocitos. Añadimos las chirlas y el jugo que hayan soltado. Picamos en el mortero los ajos, los diluimos con un poco de agua y los echamos al arroz, removiendo el conjunto. Un minuto más y ¡ylisto!

Para darle una buena presentación, ponemos en un plato un aro de cocina y lo llenamos de arroz. Nivelamos la superficie con el dorso de una cuchara, y ponemos las chirlas reservadas. Retiramos el aro con cuidado, y espolvoreamos el plato con perejil picado.




¿Y la sal? os preguntaréis quizá. Pues no ponemos, porque el agua de las chirlas y el alga ya le dan suficiente sabor.

Ingredientes (para 2 personas):

100 g arroz integral
300 g agua
1 trozo alga kombu
3 cucharadas aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajos
1/2 kg chirlas
 hojas de perejil




¡Es increíble el perfume de este Arroz integral con chirlas! Deja un recuerdo tan fantástico en nuestra memoria como la lectura de Chitra Banerjee Divakaruni,  Algo asombroso. Suma de Letras. Madrid, 2012.



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