Faláfel





Mi madre sólo tuvo uno, y no creo que fuera por cuestión de paciencia, sino por el amor que le tenía, la ilusión de sentirlo siempre cerca y la gratitud por todos los buenos momentos ofrecidos.

Yo, producto de una época de desenfreno, puedo contabilizar unos cuantos en mi vida, y aún ahora no puedo evitar una sonrisa libidinosa cuando recuerdo los tiempos en que tenía dos a la vez y los hacía ir de cabeza.

El pasado miércoles me invitaron a una cena de gala. Fue una velada inolvidable tanto por la simpatía de todos los bloggers con quien compartí mesa (A mí me gusta comer , Bon profit, Cocina para emancipados , Decuina , El cocinero fiel , Elena en su salsa , In the Mood for Food , La cocina de sara , La quinta de Luculus , Malalua , Pa amb tomàquet , Sabores de colores , Sucre i vainilla ), como por la generosidad de los anfitriones (Braun), y  la belleza del lugar (The glass room).

Fue cuando me lo presentaron que el corazón me dio un vuelco. Figura esbelta, look moderno, elegancia absoluta en el vestir ... y dotado de un ritmo increíble. ¡Sin duda, amor a primera vista!

Agradezco a Coco de Bloguzz   la amabilidad que tuvo en invitarme a la presentación de esta maravilla, y del concurso que ha organizado Braun para vivir una experiencia realmente sorprendente.




Me enamoré de él, sí, pero no pienso dejar arrinconado el Minipimer que hasta ahora me ha acompañado en todas mis recetas. Ved, por ejemplo, qué croquetas vegetarianas le preparo a mi hija. Se llaman faláfel, y son típicas de Oriente Medio.

Son mucho más rápidas de hacer que las croquetas de pollo y jamón, y al comértelas nunca dirías que están hechas con garbanzos crudos. Si las queréis hacer, aquí tenéis la receta:

Llenamos un cazo con aceite de oliva y lo ponemos al fuego que se vaya calentando muy lentamente.

Con el accesorio picador del Minipimer picamos bien pequeños los garbanzos que habremos tenido en remojo durante 24 horas como mínimo. Añadimos la cebolla, el ajo y el perejil, y los trituramos hasta que queden bien finos.




Mezclamos con los garbanzos la harina, la sal y las especias. Hacemos bolitas de unos 30 g de peso y las rebozamos con pan rallado.

Una vez el aceite esté bien caliente, ponemos las croquetas y veremos que en menos de un minuto ya se han dorado. Las sacamos y las dejamos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.




Ingredientes (para 10 croquetas):

250 g de garbanzos remojados
10 g cebolla tierna
1 g ajo
4 ramas de perejil (sólo las hojas)
25 g harina de garbanzos
1 pizca de sal
1 pizca de curry
1 pizca de jengibre molido
1 pizca de pimentón picante molido

pan rallado
aceite para freir




Si mi Minipimer, que ya tiene casi cuatro años, me permite hacer cosas tan buenas como estos faláfel, ¿qué no podré hacer con el Minipimer de última generación que pronto tendré en casa?

Mientras pienso una receta, disfrutad leyendo El amante de mi madre, de Urs Widmer. Siruela, 2001.

5 comentarios:

  1. Preciosas faláfel, es lo que me suscita tu maravillosa fotografía y una perfección que se al hacerlas total.
    Estoy pensando que es una forma de que mi hija coma garbanzos, que de otra forma no los quiere. Tengo que probar.
    Margarida, felicidades.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Hloa Margarida¡
    Me gusta mucho esta receta...y yo en alguna ocasion la he preprado,presentandola con salsa de yogurt a las finas hiervas.Que bien lo de la cena...asi,os conoceis y contais vuestras cosillas.
    Bsss

    ResponderEliminar
  3. Buen blog, me gustan tus recetas, las fotos muy buenas.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Que interesante estas croquetas de garbanzo ...una pinta estupenda.BSSSSS.MARIMI

    ResponderEliminar
  5. Me encanta esta receta!!! las recetas internacionales....ñammmmmm rico rico ricooooo





    http://anicaensucocina.blogspot.com/

    ResponderEliminar