Pato mudo con manzana y salsa de nueces




Amelia Camprubí estuvo muda durante casi veinte años de su vida, y no por voluntad propia sino porque se le paralizó una parte del alma.

Después de no encontrar ninguna respuesta a la desaparición de su bebé en tierras americanas, decidió volver sola a su país, dejando atrás un matrimonio desdichado.

La música fue su consuelo y se aferró al violín como el marinero a su remo cuando ve tambalear la nave en un mar inhóspito.

Y no fue hasta que oyó la melodía interpretada por un joven alumno que inexplicablemente recuperó la voz. En ese preciso instante supo que el chico que tenía delante era su propio hijo.

-¿Sabes? Yo tuve un hijo que ahora tendría tu edad.




El pato que nos comimos el día de Navidad también era mudo pero desgraciadamente no tuvo la oportunidad de recuperar la voz.¡Y ya os podéis imaginar cuánto alegró con su acompañamiento los platos de nuestra mesa!

El año pasado os di la receta del pato a la naranja, y éste os lo presento con otra fruta, la manzana, y con una salsa muy suave.

Para hacerlo, encendemos el horno y lo ponemos a 200 º. Lavamos el pato, y lo sazonamos con sal y los granos de pimienta recién molidos. Ponemos los cuartos dentro de una bandeja  con el aceite, las cebollitas y las ramas de romero. Cubrimos con papel de aluminio y lo horneamos durante 1 h y 1 / 4.



Damos la vuelta a los cuartos de pato y los horneamos 30 minutos más. Luego,  les damos de nuevo la vuelta  y los dejamos 15 minutos más, esta vez sin tapar, para que cojan un tono dorado.

Mientras se cuece el pato, hacemos un caldo poniendo en una olla agua, el espinazo y el cuello del pato,  una zanahoria, un trozo de puerro y una rama de apio, y lo dejamos hervir todo  durante una hora. Después  colamos el caldo.

Cuando el pato ya está asado, ponemos unas cucharadas del aceite de la bandeja en un cazo. Picamos bien finas las cebollitas y las dejamos cocer hasta que empiecen a tomar color. Añadimos la harina, removemos bien durante un minuto y echamos el caldo caliente. Cuando tengamos una salsa bien ligada y sin grumos, añadimos el jerez y las nueces partidas en trozos grandes. Dejamos cocer unos minutos hasta que tenga la consistencia deseada.

Retireamos el pato, colamos el aceite de la bandeja y lo ponemos en una sartén. Pelamos las manzanas, las cortamos en 4 rodajas y las freímos en este aceite hasta que estén un poco blandas. Luego las ponemos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite.




Montamos el plato poniendo un cuarto de pato, tres cebollitas, dos rodajas de manzana y la salsa por encima. Decoramos con unas cerezas confitadas y una rama de romero.




Ingredientes:

1 pato mudo de 2 kg cortado a cuartos
150 ml aceite de oliva virgen extra
sal
granos de pimienta (blanca, negra, verde y rosa)
12 cebollitas del platillo
unas ramas de romero

Para la salsa:
2 cebollitas del platillo
2 cucharaditas de harina
200 ml caldo
50 ml Jérez
100 g nueces

2 manzanas
cerezas confitadas
unas ramas de romero




Para que empecéis el año leyendo un buen libro, os recomiendo El violín de Auschwitz, de Maria Àngels Anglada. Ed. Destino. Barcelona, 2007.

4 comentarios:

  1. Que plato más rico y sensacional Margarida!

    Hace años el pato ni olerlo, pero ni de lejos. Hoy en día es una de las aves que más me gusta comer, aunque con una salvedad, que yo no lo cocino.

    Mi suegra le asa en horno de leña suavemente durante muchas horas y no veas que bocado más exquisito!!!

    Si alguna vez vienes por la vieja castilla la decimos que nos ase un par de ellos en tu honor.

    Un saludo para toda la familia y un fuerte abrazo para ti.

    Por cierto, Feliz Año Nuevo!

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  2. Una maravilla realmente un plato muy hermoso y tiene que estar muy rico FELICITACIONES

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  3. Bon any, Margarida!!! jo em quedaria muda menjant aquest ànec.. quina pinta... a més ens el presentes tan bé...!
    petons i que tinguis bon dia de Reis!!

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  4. Mi niña, dices que es mudo... pues tiene que cantar por solearessss del olor tan bueno que desprende y esa salsa. Delicioso plato.
    Un abrazo.

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