Roscón de Reyes




Querido Rey Gaspar:

siempre has hecho realidad mis sueños, y por eso te quiero mucho, pero este año no te pediré muñecas, puzzles ni libros.

Mis papás dicen que los juguetes del año pasado todavía están nuevos y que me pueden servir un año más, y que te pida unos zapatos porque los que llevo tienen agujeros y se me mojan los calcetines cuando llueve.

Como eres mágico ya sabes que me haría mucha ilusión tener unos zapatos tan bonitos como los que lleva mi amiga Esther, pero lo que necesito este año es una bolsa llena de pan, patatas o lo que tú quieras poner.

Desde que papá se quedó sin trabajo, mamá está cada día más delgada. Yo creía que la tristeza le había quitado el hambre pero ayer, escondida detrás de la puerta, oí a la vecina que traía un poquito de caldo para mamá y le decía que, si nos daba toda la comida a nosotros, ella acabaría enfermando.

Sólo te pido comida para que mamá no se ponga malita. Sé que es muy difícil lo que te pido, pero confío en tu magia. Y ¡ojalá puedas conseguir, con la ayuda de Melchor y de Baltasar, que ninguna mamá del mundo pase hambre!



Teresa Gimferrer





Desde niña, Gaspar ha sido mi rey preferido. Y siempre me lo he imaginado con la misma majestuosidad y pompa que presenta el Roscón de Reyes que he hecho este año. El año pasado lo hice relleno de cabello de ángel, que también es una buena opción, si sois golosos.

Cuando vi los roscones individuales de Iscariote, de El Aderezo, enseguida pensé que los tenía que hacer, pero al final -siguiendo paso a paso su receta- he acabado haciendo una presentación tradicional.



Si os digo que hacía 10 cm de altura, ¿cuál será vuestra impresión? ¡Yo tan sólo puedo deciros que era super-esponjoso, espectacular y buenísimo! Y aquí tenéis la receta:

Hacemos la masa madre deshaciendo la levadura con la leche tibia. Añadimos la harina, mezclando todo con una espátula. Cuando tengamos una masa uniforme y sin grumos, tapamos el bol con film transparente y la dejamos reposar 1 / 2 hora hasta que doble el volumen.

A partir de ahora podemos utilizar un cuenco para hacer la masa, pero yo he usado la panificadora.




Primero mezclamos el azúcar con las raspaduras de limón y de naranja. Añadimos la leche, la miel, el coñac y el agua de azahar. Mezclamos bien, y a continuación vertemos la mantequilla blanda. Luego, los huevos.

Añadimos la masa madre, seguimos mezclando y acabamos incorporando la harina junto con la sal. Si no tenéis panificadora, este último paso lo tendremos que hacer amasando con las manos.

Ponemos la masa en el horno a 35 º dentro de un cuenco de grandes dimensiones, tapada con un paño de algodón, durante 1 hora o hasta que haya doblado su volumen.

Enharinamos el mármol, vertemos la masa y la amasamos un poco para desgasificarla. La volvemos a poner al horno dentro del cuenco, tapada, 1 hora y media.

Preparamos el molde desmoldable de 26 cm, forrando con papel de horno. Y para que el roscón nos quede con forma de corona, ponemos dentro del molde un aro de cocina, también forrado.

Con las manos untadas de aceite, dividimos la masa en 6 porciones. Hacemos 6 bolas y las ponemos sin que se toquen dentro del molde. Las pintamos con huevo batido, las tapamos con un paño de algodón y llevamos el molde al horno 1 hora más.





Subimos al temperatura del horno a 180 º. Volvemos a pintar con huevo la superficie del roscón, y esparcimos la almendra y el azúcar, que habremos humedecido con anís. Lo horneamos durante 25 minutos, pero cuando lleve 20 tendremos que estar alerta para que no se nos queme.

Sacamos el roscón del horno y lo dejamos enfriar antes de desmoldarlo. Decoramos con unas cerezas confitadas.




Ingredientes:

Para la masa madre:
100 ml leche tibia
30 g levadura de panadero (o 10 g de seca)
50 g harina de fuerza

Para la masa:
120 g azúcar glas
ralladura de 1 limón y 1 naranja
100 ml leche
1 cucharada de miel de azahar
2 cucharadas de coñac Torres 10
2 cucharadas de agua de azahar
150 g mantequilla blanda
3 huevos
500 g harina de fuerza
1 cucharadita de sal

1 huevo para pintar
almendra laminada
azúcar
anís
6 cerezas confitadas




Este año, por primera vez, he escondido dentro del roscón un haba, y no porque pretendía que quien la encontrara me pagara el roscón, sino porque a mi hija Núria le hacía ilusión encontrarla. Pero el afortunado ha sido Oriol.

Hoy os recomiendo El rey Gaspar, de Gabriel Janer Manila. La Galera (Col. Rems). Barcelona, 1976.



2 comentarios:

  1. Margarida gracias por tu visita a mi blog allí eres bienrecibida,...
    tu roscón, precioso, muy elaborado, y con un aspecto de diez

    un beso desde asturias

    www.lasguisanderas.com

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  2. Me sorprende ver el roscón con esa forma de corona... pero me gusta mucho, la verdad es que nunca me había imaginado que se pudiera hacer el roscón con molde, pero queda bien alto y muy bonito... nunca dejamos de aprender..¡¡qué bien!!
    un saludo

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