Turrón de chocolate y avellanas




Hacía años que no miraba todo lo que había ido escondiendo dentro del armario. Allí se acumulaban regalos inútiles, objetos inservibles y trastos de fealdad considerable que había recibido desde el día que se había casado.

De repente, un escalofrío aterrador recorrió todo su cuerpo cuando pensó que podían llegar a ser una metáfora de su propio matrimonio. Y no estaba decidida a aceptarlo.

Fueron los quince días más frenéticos de su vida, pero logró venderlos todos. Y con las ganancias obtenidas, sorprendió a su pareja con un fin se semana romántico en una ciudad europea.




Nos gusta regalar pero demasiado a menudo pensamos que cuanto más dinero nos cuestan, más aceptación tendrán, y vamos muy equivocados. Un detalle preparado por nosotros con todo cariño puede convertirse en el obsequio más preciado.

Mirad sino el regalo que he hecho estas fiestas, y que podemos ofrecer  en cualquier época del año, porque... ¿a quién no le gusta el chocolate?

Tardaréis más en hacer un envoltorio bonito que en preparar el turrón. Yo he utilizado un molde especial que hace más de veinte años que tengo, pero también nos puede servir cualquier otro de plástico fino, ya sea redondo, ovalado ...

Empezamos fundiendo el chocolate en el microondas o al baño María. Mientras esperamos que enfríe un poco, pelamos las avellanas.

Cubrimos la base del molde con avellanas. Vertemos un poco de chocolate por encima hasta cubrirlas. Volvemos a esparcir unas cuantas avellanas y las cubrimos con más chocolate.

Agitamos  un poco el molde para sacar las burbujas de aire y lo ponemos en la nevera toda la noche. Al día siguiente, lo desmoldamos y le hacemos un envoltorio lo más bonito que sepamos.




Ingredientes:
(Las cantidades dependerán del tamaño del molde)

Chocolate Nestlé Postres
Avellanas tostadas




Hoy os obsequio con un libro de Cecilia Ahern, Un regalo del cielo. Ed. Planeta. Barcelona, 2010.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo Margarida, elmejor regalo no es el más caro, sino el que más atina y un regalo hecho por nosotros, si además es una golosina como este turrón, ya no me digas más.
    En Navidades también yo he hecho un turrón de almendras para regalar a los más íntimos. Era de eso de empezar y no poder parar, como decía mi cuñada, entusiasmada con su regalito.
    Un buen envoltorio en donde plasmar el cariño con el que se da y es suficiente.
    Una buena idea y un buen regalo para todos nosotros Margarida. GRacias.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Un rico regalo,que ademas de rico lleva el cariño de quien lo prepara...
    Gracias por poner el blog en español,para mi personalmente es mas comodo.
    un abrazo.

    ResponderEliminar