Pan de calabaza




Hace años que conozco a la señora Catalina y nunca hasta ahora me había percatado que tuviera problemas. ¡Siempre tan educada, tan bien vestida, tan solidaria con los vecinos! La que siempre calla y asiente porque nada le desagrada más que tener que discutir por tonterías ...

Ayer la vi en la panadería y, pese a su calma aparente, noté su contrariedad en el momento de pagar cuando la dependienta le dijo que la barra de pan había subido 5 céntimos. Revolvió dentro del monedero y, como no encontró ni un céntimo de más, pidió que le cambiaran la barra por otra más pequeña a pesar de la insistencia de la chica a decirle que ya traería la moneda al día siguiente.

Al salir de la panadería, decidí seguirla y cuál no sería mi asombro cuando vi que ofrecía aquel pan a mi amiga Esperanza, que la estaba esperando dos esquinas más arriba.

Mi amiga tiene tres hijos de corta edad y hace años que el marido está en el paro. Vive gracias a lo que le da gente como la señora Catalina. Pero ayer al ver la barra un poco más corta de lo que es habitual, hizo mala cara y le reprochó que cuanto más pan necesitaba para los hijos, menos le daba ella.

Vi llorar la señora Catalina mientras le explicaba contrariada que no tenía dinero para comprar más pan. Y que incluso ella debería pasar el día sin probarlo, porque su pensión no le daba para llegar a fin de mes.

En aquellos momentos recordé que en el barrio la conocen como la señora del Mercedes, un coche viejo y destartalado que hace tiempo que no mueve de la acera porque no puede pagar la grúa que se lo lleve al desguace ... Todos ven el prestigio del Mercedes, pero no se dan cuenta que la pobre mujer no tiene ni un mendrugo de pan para cenar.




Hoy os traigo un Pan de calabaza que seguro que haría llorar de emoción a todas las señoras Catalina de este mundo. ¡Es tan bueno que una persona panera como yo tiene que hacer verdaderos esfuerzos para no comérselo todo de un tirón! ¡Y más cuando está hecho con una calabaza de mi huerto!

Si os habéis animado a hacerlo, sólo tenéis que seguir estas indicaciones:

Cortamos la pulpa de la calabaza a dados y la cocemos al vapor durante 10 minutos. La dejamos escurrir mientras se enfría. Después, la aplastamos con un tenedor hasta dejarla bien fina y la mezclamos con las semillas de hinojo, la ralladura de limón y la miel.

Ponemos en la panificadora el agua, la sal, la harina, la mezcla de calabaza y la levadura, y hacemos que lo amase todo durante 15 minutos. Si no tenéis esta máquina, podéis amasarlo a mano sin ningún problema.

Sacamos la masa de la panificadora y la ponemos encima de una bandeja forrada con papel de horno. La tapamos con un paño y la dejamos reposar en un lugar cálido hasta que haya doblado su volumen. Un lugar cálido podría ser dentro del horno a 30º.




Trabajamos un poco la masa con las manos para desgasificarla y la dividimos en tres partes, que estiraremos hasta tener 3 cuerdas de dos palmos de largo, con las que haremos una trenza.

Tapamos esta trenza con el paño y la volvemos a dejar reposar en un lugar cálido hasta que haya doblado una vez más su volumen.

Encendemos el horno y lo ponemos a 200º. Pintamos con leche toda la superficie del pan y esparcimos por encima las semillas de calabaza. Lo horneamos durante 20 minutos, después bajamos la temperatura a 175º y lo dejamos 10 minutos más.




Hay que esperar que se haya enfríado antes de cortarlo. Quedará como un pan de payés, con una buena costra por fuera y suave y blando por dentro.


Ingredientes:

250 g pulpa de calabaza
1 cucharadita de café de semillas de hinojo (opcional)
ralladura de limón
2 cucharadas de miel de romero
650 g harina de fuerza
2 sobres (11 g) levadura seca de panadero
8 g sal marina
270 ml agua

1 cucharada de leche de espelta
2 cucharadas de semillas de calabaza




Con este Pan de calabaza participo en la propuesta que hacen este mes Els fogons de la Bordeta y Xocolata desfeta para la Recepta del 15.



Y mientras disfrutamos del perfume que sale de nuestra cocina, gocemos también con la lectura de Pan negro, de Emili Teixidor. Seix Barral, 2010.



Idea de la receta: Repostería y panadería, paso a paso. Parragón.





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