Soufflé frío de limón




Teresa contempla con orgullo el limonero porque es el alma de su jardín. Qué lejos queda aquella época en que había llegado a sentir tanto odio por el árbol que una mañana, llevada por el afán de venganza, había cogido un hacha y le había cortado la copa con la intención de matarlo. 

El limonero había sido un regalo de Alberto y juntos habían decidido que sería el símbolo de su amor. Cuando, tres años más tarde, el chico la abandonó, ella decidió empezar de cero y eliminar cualquier vestigio del amor perdido. Era la mejor terapia para superar el agujero negro en el que había caído y donde no encontraba más que lágrimas y desconsuelo. 

Un día, sin embargo, vio que de aquel tronco mutilado salía con fuerza un pequeño brote decidido a superar cualquier injuria. Y pensando que -como ella- era un superviviente, dedicó todas sus fuerzas a devolverle la vida que había intentado arrebatarle y convertirlo en el árbol más hermoso del jardín. 

El crecimiento del árbol ha ido paralelo a la renovación vital de Teresa y, así como el limonero presume todo el año de ramas llenas de frutos luminosos, ella se ​​siente fuerte y feliz viendo su vida repleta de nuevas ilusiones.




Si os ha llamado la atención este Soufflé frío de limón, y os gustaría prepararlo, sólo tenéis que seguir estas indicaciones:

- Para conseguir el efecto de soufflé, lo que hacemos es poner una tira de acetato  alrededor de los recipientes que utilizaremos, de manera que sobresalga unos centímetros, y la sujetamos con un trozo de cinta adhesiva, o un clip. Untamos la parte interna con un poco de aceite,

- Raspamos la piel de un limón. Escurrimos el jugo de los limones y de la naranja (debe haber 250 ml), y lo colamos. Ponemos las hojas de gelatina en remojo en agua fría.

- Batimos los huevos, el azúcar y las raspaduras de limón. Añadimos el zumo y mezclamos. Ponemos el cazo al fuego (muy suave), y no paramos de remover hasta que arranque el hervor.

- La apartamos del fuego y añadimos una a una las hojas de gelatina, previamente escurridas. Dejamos enfriar, revolviendo de vez en cuando con el batidor. Este proceso será más rápido si ponemos el cazo dentro de un bol lleno de cubitos de hielo.

- Montamos la nata, y la añadimos a la crema con suavidad. Después, la vertemos en los recipientes, llenándolos unos centímetros por encima del borde. Los guardamos en la nevera durante unas horas.

- Una vez cuajada la mousse, sacamos la tira de acetato. Montamos la nata, la ponemos dentro de una manga pastelera y hacemos una corona de rosetas en la superfície de la mousse. Y acabamos  la decoración del soufflé con unos tirabuzones de chocolate y trocitos de fresa deshidratada .




Ingredientes (para 4 soufflés):
  • raspadura de llimón de agricultura ecológica
  • zumo  2 limones de agricultura ecológica
  • zumo1 naranja de agricultura ecológica
  • 2 huevos de agricultura ecológica
  • 200 g azúcar
  • 4 hojas gelatina
  • 250 ml nata 35% m.g.
   
 Para adornar el soufflé:
  • tirabuzones de chocolate 
  • 8 fresas deshidratadas y azucaradas
  • 100 ml nata 35% m.g.




Estaréis conmigo que este Soufflé frío de limón queda precioso presentado así, con un estallido de colores y rebosante de alegría. Para marcar un contraste, lo acompañaremos de la lectura del libro de Aimee Bender La insólita amargura del pastel de limón. Editorial Lumen (Colección  Narrativa), 2011.

Dedico este postre a mi vecina Amparo que me ha obsequiado con un montón de limones acabados de coger de su jardín, hermosos y de gusto espectacular. Y a mi cuñada Pilar, que me regaló la magnífica fuente ovalada que he utilizado  para la fotografía de los limones. A las dos, ¡gracias!


1 comentario:

  1. Tiene una presentación de libro querida, perfecta, super apetecible y de lo más refrescante. Broche de oro ideal a una comida fabulosa!!!

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