Flores de chocolate




Los celos invadieron a Clytie, y con una delación logró la muerte de su rival. Pero, ¡ay!, su enamorado Apolo, llevado por el dolor, decidió entonces poner fin a su relación, y ella enloqueció de amor.

Nada le importaba, y permanecía a la intemperie día y noche, sentada sobre el suelo desnudo, con el pelo largo y enmarañado. Durante nueve días no probó agua ni comida. Se alimentaba sólo de las gotas del rocío y de sus propias lágrimas, y sin moverse del suelo.

No hacía otra cosa que contemplar el rostro del dios cuando éste pasaba una y otra vez sin mirarla mientras guiaba el carro alrededor de la tierra. Y dicen que sus miembros se clavaron en el suelo y su rostro se convirtió en flor. Y aún ahora, sujeta por la raíz, se gira cada día hacia el sol porque, incluso transformada, conserva su amor.




Hacía días que le daba vueltas a la cabeza pensando qué receta podría preparar con unos moldes que muy amablemente me había enviado la casa Silikomart. Tienen forma de cono pequeño y no acababa de encontrar la receta apropiada. De repente, como suelen ocurrir  estas cosas, me vino la idea que hoy os presento. Quedan muy bonitos encima de estas galletas de chocolate, y  ¡son buenísimos!

Si os han llamado la atención, no dejéis de hacerlos. Empezamos preparando los conos.

Ponemos la gelatina en remojo durante 5 minutos. Mientras, montamos la nata y la guardamos en la nevera. Calentamos la leche en un cazo, la apartamos del fuego y añadimos la hoja de gelatina escurrida, removiendo hasta que se deshaga. Ponemos a continuación el chocolate desmenuzado y removemos hasta que se funda.

Cuando veamos que ya no está caliente, añadimos con cuidado la nata. Llenamos los moldes con esta crema, y los ponemos en la nevera para que cuajen.

Para hacer las galletas, fundimos el chocolate en el microondas, trituramos los cereales con la picadora, pero sin que queden demasiado finos, y cortamos la naranja en dados muy pequeños. Mezclamos los tres ingredientes.

Forramos una bandeja con papel de horno y ponemos encima un molde de hacer galletas en forma de flor, de 4'5 cm de diámetro. Vertemos dentro una cucharadita de la mezcla de chocolate, la compactamos bien y sacamos el molde con cuidado. Volvemos a hacer otra galleta de la misma manera y así hasta terminar toda la masa.

Si la masa se ​​endurece antes de que podamos acabar de hacer todas las galletas, la ponemos unos segundos en el microondas. Una vez las tengamos todas, las guardamos en la nevera.

Para poder desmoldar sin dificultad los conos, los pondremos en el congelador durante 1 hora como mínimo. En el momento de servir, ponemos los conos sobre las galletas y decoramos con una hoja de menta.




Estas flores no se parecen en nada a unos girasoles, pero  ¡seguro que nosotros no nos quedamos tan impasibles como el dios Sol ante su presencia!

Ingredientes (para 34 flores):

Para los conos:
1 hoja de gelatina
60 ml nata 35% m.g.
50 ml leche de avena
60 ml chocolate blanco

Para las galletas:
315 g chocolate Nestlé Postres
125 g Kellogg 's Special K
30 g naranja confitada




No es mi intención haceros llorar, pero la tristeza de Clytie me ha llevado hoy a recomendaros el libro de Paulo Coelho, A orillas del río Piedra me senté y lloré. Editorial Planeta. Barcelona, ​​2003.



Idea d'aquesta inspiració: Tres chocolates, de Sébastien Serveau.




2 comentarios:

  1. Que cosita tan linda y tan rica. Muy buena idea.

    Besos.

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  2. Margarida te sigo en los dos blogs, pero este lo entiendo mejor jajaja, el otro me cuesta un poquito nada mas.
    Un besazo

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